Ante un mundo en crisis, la filosofía aporta también la posibilidad de descubrir qué partes en nosotros son estables,
fiables, sólidas para apoyarnos en ellas en estos momentos de incertidumbre, y qué otras partes no son buenos asideros por ser mudables y efímeras. En definitiva, el camino para alcanzar un estado de equilibrio del todo necesario, sin entrar en juicios de valor sobre qué es lo bueno y qué es lo malo en sí.
De esto, y más cosas relacionadas con la crisis, trataremos en el taller de filosofía.